El caso de Ana
Mi nombre es Ana (nombre ficticio) y fui paciente hace más de 20 años.
Seguramente no te acordarás de mí porque con los miles de personas que han pasado por tu consulta es prácticamente imposible, sin embargo, a la inversa es más fácil y teniendo en cuenta que me conociste tan bien, entenderás y captarás, mejor que nadie, estas líneas.
Los azares de la vida son curiosos y hoy vi tu post en “Aprendemos juntos de BBVA” y no te voy a mentir…. ha sido un viaje al pasado. Recuerdo a aquella niña insegura y que tú calificaste como “transparente”, con problemas de psicomotricidad y limitaciones para relacionarse con su entorno. Reservada y casi, con miedo a su sombra, y con una gran incapacidad para gestionar el rechazo y la frustración. Y me ayudaste a salir de ahí, a generar y utilizar recursos, a aprender a gestionar, como dices en el clip, las emociones y los impulsos, transformándolos en energías útiles, que me llevaron a construir una personalidad, que, manteniendo la sensibilidad de esa niñez, está llena y plena de empatía, reflexión y confianza en mí misma.
Lo más curioso de todo, es que esos mecanismos que usé en aquel momento, parece que no se olvidan, como montar en bicicleta…. y la historia se repite. Tengo un pequeño que es mi fotocopia y en el que puedo reconocer toda esa cascada de sentimientos, emociones y sensaciones que yo tengo y experimentaba … y aquí es donde viene la razón de este correo … que no es otra que darte un INMENSO GRACIAS.
GRACIAS por haberme entendido, acompañado, ayudado, y guiado en el tránsito que me ayudó a convertirme en lo que soy hoy.
GRACIAS por conseguir que llenara mi mochila emocional de todo eso que hoy puedo enseñar a mi hijo.
GRACIAS por leerme de tal forma, que yo ahora, puedo hacer lo mismo, apoyándole y siendo mejor madre.
GRACIAS por darme las herramientas para acompañarle en el viaje de construirse como ser humano autónomo, auténtico y seguro, de la mejor forma…
En definitiva GRACIAS POR TODO.
Un abrazo desde el mayor cariño que se pueda enviar en unas líneas llenas de corazón. Ana.