Falta de autoestima, un muñeco en manos de los demás. Mª. Jesús Álava Reyes para EFE Salud.
Ana Soteras
EFE Salud.
La falta de autoestima nos puede llevar a ser “un muñeco en manos de los demás” y a convertirnos en “esclavos de las valoraciones” que otros hagan de nosotros. La psicóloga María Jesús Álava Reyes, en una entrevista con EFEsalud, afirma que en cualquier etapa de la vida estamos a tiempo de equilibrar nuestras emociones y ganar en confianza porque, de lo contrario, el sufrimiento nos acompañará.
María Jesús Álava Reyes acaba de publicar “Lo mejor de tu vida eres tú” (Ed. La esfera de los libros), un libro donde encamina al lector, a través de situaciones reales y pautas concretas, a reforzar la confianza en sus emociones y afrontar la falta de autoestima.
La educación de los niños, la adolescencia, la falta de autoestima en el amor, en las relaciones sociales, en el trabajo…Situaciones vitales que nos acompañan y para las que nos ofrece una lista de errores a evitar.
“O confiamos en nosotros mismos o el sufrimiento será nuestra compañía”, subraya la directora del Centro de Psicología Álava Reyes y experta en psicología de empresa, clínica y educativa .
Confianza en sí mismo y autoestima son las dos claves de su libro
Hay personas que pueden tener una relativa confianza en sí mismos o un exceso de confianza en los demás y eso les hace dependientes, pero a pesar de confiar en valores o cualidades su autoestima puede ser baja. Es la persona que no se valora, que no sabe quererse y que puede ser un muñeco en manos de los demás. La persona con falta de autoestima no ha conseguido que sus pensamientos le pertenezcan y eso, hoy en día, es un requisito imprescindible si queremos tener una vida sana a nivel emocional.
Usted afirma que nuestra mente es nuestro peor enemigo
Sí, porque nunca nos han enseñado cómo funciona y cómo podemos manejarla. Esos pensamientos que tenemos, y que a veces ni somos conscientes, reflejan cómo interpretamos la vida y son ordenes que damos a nuestro cerebro y que van totalmente en nuestra contra. En lugar de darnos fortaleza y seguridad , es justo todo lo contrario.
También los elementos externos condicionan nuestra autoestima
Sobre todo cuando somos niños porque somos vulnerables y dependemos de la valoración de los demás. El bebé no nace sabio pero nace con mucha fuerza de voluntad. Aprendemos básicamente de nuestro entorno y vemos cómo nos valora, cómo nos quiere, cómo confía en nosotros…Y es normal que en ese momento de la vida dependamos tanto, porque no tenemos un buen equilibrio emocional, el problema es que hay muchísimos adultos que siguen siendo vulnerables emocionalmente como si fueran niños y dependen de la valoración que les rodea y eso les convierte en esclavos.
Pero todos, en algún momento, dudamos de nosotros mismos, no?
Claro! Es muy normal y lógico y en cualquier momento de nuestra vida. Pero lo importante es que cuando estamos flojos por cualquier motivo, por ejemplo un problema de salud o el cansancio que nos hace vulnerables, recordemos que es en esos momentos cuando más necesitamos sacar lo que mejor que tenemos dentro, para superarlo y evitar que se nos escapen nuestras emociones. Porque cuando estamos flojos somos manipulables. Los psicólogos comprobamos diariamente lo fácil que es manipular a niños, adolescentes y a adultos por personas o circunstancias de su entorno.
Asegura que siempre estamos a tiempo de mejorar nuestra autoestima
El nivel de autoexigencia conforme vamos cumpliendo años aumenta. Y podemos ser nuestros peores jueces. Y las personas se hacen un arquetipo y creen que ya deben tener seguridad, equilibrio emocional, saber triunfar…pero esto no es algo que nos llega de improviso sino que tenemos que trabajar. Muchas veces tenemos que reaprender.
Si queremos mejorar en la etapa adulta, mejorar nuestra falta da autoestima y confianza, tenemos que conocernos en profundidad a través de la reflexión y no a través de lo que piensen los demás. Y una vez que te conoces, debes autodesarrollarte y reaprender las bases cruciales de nuestra felicidad. Y para eso hay que automotivarse cada día, ser una persona que depende de la motivación externa no es libre y tiene un punto de debilidad. Hay que automotivarse para reilusionarse.
Señala en su libro que es clave para el niño que su entorno crea en él
El bebé nace creyendo en sí mismo. En esos primeros años somos muy dependientes emocionalmente y son las bases de una futura persona segura o insegura. Hay que fomentar la seguridad en la primera infancia, pero a veces somos tan irresponsables que no nos damos cuenta de la influencia tan nefasta o tan positiva que podemos ejercer. Cuando llega la adolescencia entramos en confrontación con los hijos en lugar de darnos cuenta de que estamos ante la etapa más fructífera que puede tener el ser humano y que es bueno para asentar los pilares para ser una persona libre. Los adolescentes nos ponen a prueba todos los días, pero los padres no pueden pensar que no pueden hacer nada y que se les escapa de las manos.
Afirma: “Para ser felices en el amor tenemos que creer en nosotros mismos en el amor”
Dentro de nosotros tenemos el amor y el desamor, pero si tú no crees en ti en el amor va a ser lo que más te esclavice en tu vida. Hay personas que se pasan la vida mendigando amor porque no han vivido el amor dentro de ellos mismos. Para amar hay que saber amar y saber lo que tienes que pedir y los límites que tienes que aguantar. Hay quien renuncia al amor pero por miedo, por una mala experiencia…también puede ser la experiencia más maravillosa del mundo pero tienes que saber muy bien cómo afrontarlo y creer en ti en el amor, si no se va a convertir en tu principal sufrimiento.
¿La violencia machista es reflejo de una falta de autoestima extrema?
Una persona violenta, agresiva…es profundamente insegura. La intransigencia e inflexibilidad que llega a esos extremos de violencia refleja a una persona insegura, siempre inmadura y con una inestabilidad emocional enorme. Y es fruto de esa educación deficiente que hemos tenido y de que no hemos sentado las bases de un adulto maduro con buenas relaciones sociales, de convivencia…
La violencia machista es el fracaso de la educación y está desgraciadamente in crescendo y eso que se supone que hemos preparado más a las nuevas generaciones para que defiendan sus derechos y tengan un mínimo nivel de exigencia, para que no admitan actitudes vejatorias. Una de las grandes violencias empieza, precisamente, a través de las redes sociales.
¿Hay más falta de autoestima en mujeres o en hombres?
Hay estudios que reflejan que las mujeres hoy en día, en general, somos más infelices que los hombres y que nos cuesta más perdonarnos. El nivel de autoexigencia en la mujer es infinita en todas las áreas de su vida, es una deformación que nos influye a nivel de autoestima, en la baja autoestima. Para las mujeres el área vital es la afectividad con tu pareja, con tus hijos, con tus amigos..Son áreas tan importantes que cualquier dificultad nos hace mella.
Los hombres, en general, suelen tener la autoestima más alta porque se exigen menos y se perdonan más. Es cierto que son más vulnerables y mucha de su autoestima depende del éxito profesional. Para sentirse bien, el hombre necesita tener éxito en el ámbito laboral, si no automáticamente se siente débil. También es verdad que el hombre tiene bastante dependencia emocional en el sentido de que necesita sentirse querido y valorado y esto hace que sea también muy susceptible de manipulación.
En la adolescencia no hay tanta diferencia, son vulnerables tanto chicas como chicos, y pero los hombres adultos lo tienen más fácil para tener la autoestima alta, porque si te exiges diez cosas en lugar de cien es más fácil, mientras que la autoexigencia de las mujeres hace que arrastremos una insatisfacción que es casi permanente.
¿Qué hacemos mal en esta sociedad respecto a modelos con falta de autoestima?
Un niño mira con ojos de admiración a su abuelo porque sabe que es el que tiene más conocimiento y es cierto, es el que más experiencia tiene. En el trabajo, por ejemplo, nos hemos cargado a las personas con experiencia, a los más mayores. La eterna juventud, es otra cosa que estamos haciendo mal, retoques estéticos en gente joven. Y también la agresividad, algo que en estos momentos se considera un valor. Se confunde la sana ambición con la agresividad, con imponerse sobre los demás. Estamos dejando lo esencial y esto hace que cada vez seamos menos sabios y más vulnerables, más manipulables e infelices.