Las relaciones entre personas se basan en la comunicación. Una buena comunicación puede ser un gran aliado pero por el contrario, una mala comunicación puede constituirse en una dificultad difícil de salvar, la cual generará inseguridades, miedos e insatisfacciones.
Muchos de los problemas que tenemos, tanto a nivel personal, como social, laboral y familiar, se deben a una insatisfactoria comunicación. Los padres muchas veces no hablan el mismo lenguaje que los hijos; algo semejante les ocurre a los alumnos con los profesores, a los jóvenes con las personas mayores, a los jefes con los trabajadores…
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