Guía de ayuda psicológica para las personas que están cuidando a familiares dependientes

“Cuidar es la actividad humana más importante”

Cuidar a un familiar o a un amigo, bien porque es mayor, bien porque está enfermo o porque es dependiente es una de las responsabilidades que con mucha frecuencia asume una persona dentro del ámbito familiar. La figura del cuidador se ha convertido en una pieza necesaria y fundamental para que estas personas que lo necesitan estén atendidas de la mejor manera posible.

En estos días estamos viviendo una situación extremadamente delicada como consecuencia del coronavirus, y las personas mayores con problemas de salud son uno de los grupos más vulnerables a esta enfermedad. Por este motivo es imprescindible que las personas cuidadoras sean capaces de “cuidarse a ellas mismas” para poder atender a su familiar enfermo. En definitiva, CUIDARSE PARA CUIDAR.

Estrategias dirigidas a las personas cuidadoras para que sepan cómo actuar en este momento de incertidumbre

  • Si tienes que salir de casa, a comprar, a por medicinas, al médico, utiliza guantes y mascarilla y respeta la distancia con otras personas. Al llegar a casa tienes que cambiarte de ropa y lavarte muy bien las manos.

  • Todo contacto con tu familiar tienes que realizarlo con guantes y mascarilla.

  • Mantén una actitud positiva en la labor de facilitarle las cosas a tu familiar para que esté lo más confortable posible.

  • No juzgues tus emociones. Identifícalas, intenta comprenderlas y da una salida serena a lo que sientes, dando más importancia a lo que tienes que hacer que a cómo te estás sintiendo.

  • Cuando te sientas nervioso y con estado de ánimo bajo:

    • Plantéate objetivos sencillos durante el día.
    • Céntrate en el momento presente.
    • Organiza tareas y, de vez en cuando, actividades gratificantes.
    • Modifica los pensamientos que te perturban. Si no tienes datos objetivos que lo justifiquen, intenta desechar ese pensamiento y piensa en otra cosa.
    • Intenta relacionarte. Habla con tus familiares, los que convivan en tu casa y llama por teléfono a familiares y amigos. Ventila tus emociones.
    • Realiza alguna actividad física. Camina por la casa, algún movimiento de brazos y piernas. No estés mucho tiempo en el sillón.
    • Practica la respiración abdominal y la relajación.
    • Regula el hábito de sueño. Puedes hacer coincidir tu sueño con el de tu familiar enfermo.
  • Cuida tu alimentación. Dieta mediterránea y comer poco y a menudo.

  • No estés escuchando noticias continuamente. Escucha música u otros programas que te gusten, lectura y otras actividades que te agraden.

  • Comunícate de manera serena. Comparte la información que sea fidedigna con tu familia y con la persona enferma. Facilita un ambiente de dialogo tranquilo; no es el momento de convencer, sino de expresar.

    • Escucha de manera activa. Cuidar es escuchar demostrando que estás ahí de verdad.
    • Comprender sin juzgar.
    • Comunicar es influir de manera positiva.
    • Practica la complicidad.
    • Acompaña desde la cercanía.
    • Mensajes claros.
    • Animar y motivar también es cuidar.
    • Mantener la calma ante la adversidad.

Por último, recuerda que:

  • No ayudamos con las emociones, sino con nuestras acciones.
  • Aprendamos a relacionarnos desde la comprensión y la tolerancia.
  • Brinda afecto y respeta al familiar dependiente.
  • PARA CUIDAR TIENES QUE CUIDARTE.