Los manipuladores eligen a buenas personas cómo víctimas
Hay personas apuñaladas dialécticamente y para quienes las palabras que reciben son sentencias de muerte que le provocan un dolor inhumano. No se trata de una metáfora sino de una realidad. La que expone con esos mismos vocablos la psicóloga María Jesús Álava Reyes. Una de las psicólogas más mediáticas de España y autora de numerosos libros de divulgación psicológica, recoge en su último título qué ocurre con la manipulación emocional, con el sentimiento de culpa, con los miedos y el perdón. Y cómo se afrontan marca la diferencia entre una vida en paz o en agonía. Durante más de cuatro décadas se experiencia profesional, miles de personas con estas características han pasado por su consulta y la experta les intenta hacer ver que “la psicología puede cambiar sus vidas”. Directora del centro Álava Reyes de Madrid, en el que trabajan profesionales de la Psicología y la Medicina, acaba de publicar Que nadie manipule tus emociones (La esfera de los libros, 19.90 euros), su libro más personal que mañana miércoles presentará en Pamplona. La cita es a las 18.30 horas en la sede histórica de Diario de Navarra (calle Zapatería 49). La asistencia, libre, previa inscripción en Mundo DN.
Usted afirma que quien vive de espaldas a la psicología lo hace de espaldas a la vida. ¿Por qué?
Actualmente la psicología está en auge pero sus principios básicos aún son desconocidos par ala mayoría d de la gente. Aunque se utilizan en muchos ámbitos, como en el marketing, para lograr objetivos. Cuando una persona va por la vida con ingenuidad y sin aplicar estos principios (cómo conocerte mejor, cómo conocer a otras personas…), está en inferioridad con la gente que sí tiene acceso a este conocimiento.
¿Para qué nos sirve saberlo?
Para nuestro día a día porque no nos han preparado para la vida. Muchas personas nos van a fallar y es algo con lo que tenemos que contar. Debemos poner todas las alarmas y darnos cuenta de cuando nos quieren manipular para no caer en esas redes. Porque nuestra felicidad y equilibrio va a depender de ello. Da igual el nivel cultural que tengamos.
Hablemos entonces de las personas manipuladoras. Usted recalca que siempre intentan que te sientas mal, como si ellas fuesen víctimas de tu falta de sensibilidad… ¿Cómo se identifican?
Los manipuladores eligen muy bien a sus víctimas. Siempre son personas buenas, generosas, sensibles y, a veces, ingenuas. Una buena persona es fácil que se sienta culpable si le dices: ‘Fíjate lo que has hecho’ o ‘Cómo has podido’… Pero en la culpabilidad está la debilidad. Y aquí entra en juego la llamada ‘deseabilidad social’ o estar pendientes de cómo reaccionan los demás para sentirnos bien. Si solo te vas sentir bien por lo que digan o piensen los demás, jamás serás libre. Los manipuladores, además, te aíslan de las personas que te quieren y te hacen vulnerable.
Una vez que hayamos detectado a estas personas, ¿qué debemos hacer? ¿Cómo actuamos?
Lo más importante para la víctima es alejarse del manipulador para salir de ese secuestro emocional. Pero a veces no es posible porque esas personas están en tu vida (son tu pareja, tu jefe…) Lo primero que deberíamos hacer es trasladarles que no son dueñas de nuestras emociones, que no nos están causando la fragilidad que quieren. Esas personas no merecen tu afecto. Ni siquiera, tu respeto. Si alguien quiere que te sientas culpable, no caigas en su juego, no intentes que razones. Solo le miras, le sonríes y le dices: ‘Muy bien. ¿Alguna cosa más?’ A mí también me ocurrió y dije: ‘No sigas. Puede vivir perfectamente sin tu perdón’. Si le dices eso, le desconciertas
DECIR ‘NO’ ES UN ‘SÍ’ A LA VIDA
Muy ligado a este asunto está el saber decir ‘no’. Usted insiste en que supone un ‘sí’ a la vida.
Es un tema fundamental. Una persona a la que le cuesta decir ‘no’ está dejando el campo abierto a una manipulación enorme. Pero el ‘no’ más doloroso es el que no se ha dicho, el que te quedas dentro. A las personas maduras no les cuesta decir ‘no’ sin dar explicaciones. Lo hacen con la misma facilidad que dicen ‘sí’.
A veces, no nos atrevemos a decir ‘no’ porque tenemos miedo…
Los miedos nos impiden vivir con libertad y minan tu confianza. No se superan evitándolos sin afrontándolos. El miedo que más nos preocupa es el de la soledad, a cualquier edad. Por eso, hay personas capaces de hipotecar su vida y de ponerse en manos de cualquiera antes que estar solas. Y esas personas, a veces, les manipulan y les arruinan. Solo por este tema ya hubiera sido necesario escribir este libro.
También habla de un momento muy doloroso en la vida, que es el duelo tras la pérdida de un ser querido. ¿Cómo lo afrontamos?
Cada personas tiene derecho a vivir el duelo como lo necesite. Desde el enfado, la tristeza profunda… Pero cuando hayan pasado dos semanas del suceso, yo les diría: ‘Cuanto más sigas en esa actitud, más vas a tardar en salir’. El mejor homenaje que puedes hacer a la personas fallecida que tanto querías es conseguir tu bienestar. Yo me reconcilié con la vida cuando transformé el dolor tan profundo que sentía por la muerte de mi madre en profundo agradecimiento. Ella tenía 61 años y yo, 28. Y aunque me pareció terriblemente injusto pensé: «He estado 28 años con una personas maravillosa que me ha enseñado lo que no está en los escritos». Hay muertes que son imposibles de superar, como la de un hijo pero, aunque no lo superes, puedes aprender a vivir y a ilusionarnos. Es algo que nos da mucha esperanza.
¿Que pasa con el perdón?
Perdonar a los demás es opcional. Tú puedes elegir si perdonas, aunque no debe olvidar (para que no te vuelvan a hacer el mismo daño). Pero el perdón a uno mismo es esencial y a las mujeres nos cuesta mucho más perdonarnos. No puedes vivir sin tu perdón porque tu vida sería un sufrimiento y una agonía. Pero terminemos con un mensaje de esperanza.
A veces, nos cuesta perdonarnos. ¿Qué podemos hacer?
Es un ejercicio largo porque durante mucho tiempo hemos acumulado reproches contra nosotros. Deberíamos hacer una análisis desde la positividad y preguntarnos: ‘¿Cómo somos internamente?’ ‘La gente que me quiere, ¿qué opina de mí?’ Yo me puedo equivocar pero, ¿ tengo buena intención y trato de ayudar a la gente cuando puedo? ¿Soy una personas sensible? Podemos poner la alarma del móvil cada hora y decirnos cosas buenas sobre nosotros mismos para contrarrestar todas las malas que ya nos hemos dicho. También nos podemos grabar y escuchar todo lo que pensamos. Evidentemente, no es algo que se consiga de un día para otro. También es muy importante que nos rodeemos de personas positivas y de que volvamos a practicar todo aquellos que nos ilusionaba. Los recursos de la psicología son muy potentes.
¿A qué se refiere?
A que la psicología tiene muchos recursos. No estamos atados con cadenas ni sogas que nos estén asfixiando. Cómo vivamos depende nosotros y hay que trabajar desde el rigor científico. Podemos seguir aprendiendo a diario y no debilitarnos. Porque la vida empieza cada día.