La técnica japonesa para superar la parálisis por análisis

Shoganai: el secreto japonés para no dar demasiadas vueltas a las cosas

El overthinking nos resta energía y felicidad, desembocando a menudo en la parálisis por análisis; y eso que, como dice la psiquiatra Marián Rojas Estapé, “el 90% de cosas que nos preocupan jamás llegan a suceder, pero tienen impacto en nuestra mente y organismo”. Según la psicóloga Mª Jesús Álava Reyes, autora de La inutilidad del sufrimiento, los pensamientos rumiantes provocan un profundo agotamiento físico y mental, debido a que activan el sistema nervioso simpático, preparando nuestro cuerpo para la lucha o huida de una situación de peligro. «Al conectar ese sistema, se produce el cansancio debido al desgaste exagerado a nivel físico, una irritabilidad creciente a nivel psíquico y un desplome enorme de nuestro control emocional (…). Todo el tiempo que estamos dando vueltas a algo que nos preocupa, el organismo está en situación extrema: muscularmente experimentamos una fuerte tensión; nuestro corazón está acelerado; hiperventilamos… Al final estamos literalmente agotados”.

Evita la parálisis por análisis con esta técnica japonesa

Para evitar esa parálisis por análisis, algunos expertos recomiendan delimitar un worry time. Sin embargo, los japoneses van más allá con el shoganaiLaura Tomàs, de Japonismo, destaca que esta expresión se ha puesto muy de moda en los últimos meses en Occidente: “Es cierto que en el pensamiento –y, en consecuencia– la estética budista hay muchas técnicas de relajación, de concentración. Al final, el zen es una de las escuelas budistas más populares en Japón y sus enseñanzas nos permiten justamente sentir que ‘fluimos’ mejor”.

Según sus palabras, shoganai es básicamente nuestro ‘qué le vamos a hacer’, una expresión que se usa cuando aceptamos algo que no podemos cambiar o solucionar, que está fuera de nuestro control. Es algo que dicen cuando se resignan y ya está”. Se trata de no dar demasiadas vueltas a las cosas ni regodearnos en los acontecimientos que no podemos cambiar. Aceptarlo y dejarlo pasar. ¿Has perdido el autobús? ¡Shoganai! ¿Olvidaste las llaves dentro de casa? ¡Shoganai! ¿Has metido la pata en el trabajo? ¡Shoganai! En el momento en que la situación escapa a tu poder y no puedes hacer nada al respecto, abandona todo pensamiento adivinatorio o rumiante sobre él; simplemente acepta los hechos y deja que se alejen en paz y tranquilidad.

No te pases con el shoganai

Laura Tomàs considera que la expresión apareja un matiz sobre la necesidad de aguantar de forma estoica y digna, quizá excesiva. “Todo tiene una cara y una cruz, y esta expresión también puede ser la razón por la que muchos japoneses no se quejan, no luchan o no se movilizan para cambiar las cosas… Porque se resignan con el shoganai, el qué le vamos a hacer. No es muy diferente de lo que sucede en España”, advierte esta experta .

FUENTE: vogue.es