El mal uso de las nuevas tecnologías está condicionando negativamente el aprendizaje
El pasado martes 5 de diciembre salieron los datos del informe Pisa, que dejan a España en un lugar muy preocupante, al bajar significativamente el nivel del alumnado en comprensión lectora, matemáticas y ciencias y lo ha hecho hasta el extremo de que podríamos hablar de fracaso escolar.
España duplica la tasa de repetición escolar de la OCDE, el 22% de los estudiantes de 15 años ha repetido curso al menos una vez.
Hay comunidades que han salido mejor paradas que otras, como es el caso de Castilla León, Asturias, Aragón y Cantabria. Madrid parece que es la que ha conseguido una mayor mejora, mientras que Cataluña, Murcia, Ceuta y Melilla han empeorado.
Parece lógico preguntarse ante estos resultados qué está fallando para que el alumnado tenga menos competencias, repitan más, estén más desmotivados o manejen las herramientas básicas del aprendizaje. ¿Qué ha pasado para que hayamos entrado en una dinámica descendente difícil de parar?
La psicóloga, María Jesús Álava Reyes, explica que cuando existe un «desajuste continuado entre la propuesta de enseñanza y el proceso de aprendizaje del alumno» se puede hablar de fracaso en el aprendizaje. Cuando este se vuelve frecuente y habitual, se prolonga en el tiempo y provoca que el alumno abandone o no termine con éxito la educación obligatoria, entonces se puede hablar de fracaso escolar.
Añade Álava Reyes que la referencia al fracaso escolar ha de hacerse desde dos perspectivas diferentes: una la individual, que hace referencia al alumno; y la otra la colectiva, que hace referencia a la comunidad escolar.
Dos grandes consecuencias
También considera que hay dos grandes consecuencias que se desprenden del fracaso escolar: el de las instituciones y escolares y el fracaso del alumno, que implica su formación, su familia, su futuro y «hasta su valía personal».
Muchos alumnos analizan poco las cosas por sí mismos
Apunta la psicóloga que los principales errores que antes no se hacían, se están cometiendo por el boom de las nuevas tecnologías. «La mayoría de los expertos tenemos muy claro que el mal uso que se está haciendo de las nuevas tecnologías está condicionando negativamente el aprendizaje del alumnado«, declara.
Por otra parte, expone que están observando «que muchos alumnos analizan poco las cosas por sí mismos» y que imponen todo lo visual a lo analítico».