¿Cómo es la realidad de perder a tu madre por violencia de género? ¿Niñas y niños se recuperan del trauma?
Aunque la marca queda para siempre, pueden desarrollar una vida normal de adultos, para ello el trabajo psicológico es esencial
Toledo
Es posible que cuando lean esta noticia el número de víctimas mortales por violencia de género en nuestro país haya aumentado. A fecha 3 de octubre ese trágico número es de 1.234 mujeres asesinadas desde 2003, primer año con registros. 50 lo han sido en lo que llevamos de 2023.
¿Cómo se actúa con estos menores?
En SER Castilla-La Mancha hemos hablado con Pablo Nieva, coordinador del programa de ‘Atención Psicológica a Menores Víctimas de Violencia de Género’ que desarrollan en Castilla-La Mancha el Instituto de la Mujer y la entidad Álava Reyes. Recuerda que cuando hay un crimen de violencia machista hacen «una intervención para el momento de emergencia» donde se trata de ayudar a los familiares que se quedan a cargo de los menores a cómo se puede explicar lo sucedido a esos niños, algo que dice, es «inexplicable» y que reporta «un dolor inmenso» porque en la mayoría de los casos es que «su padre a asesinado a su mamá».
En cualquier caso asegura que es muy importante no mentir a los menores, «no se les puede negar la realidad porque sería más enloquecedor» aunque muchas familias tratan de no decirles nada. Insiste en que «hay que explicarles la realidad adaptada a la etapa evolutiva que corresponde».
¿Hasta qué punto estos menores pueden recuperar su vida?
La situación que se genera es «muy dolorosa» para estas niñas y niños dice Pablo Nieva porque en general, el asesino es el padre y eso tiene un impacto «demoledor» en ellos porque en prácticamente todos los casos de asesinato ha habido violencia anteriormente y porque «estos asesinos han tenido en algún momento, momentos de cuidados hacia estos menores» con lo que es una figura de apego que ha asesinado a la otra figura de este tipo que es la madre.
Sobre cómo desarrollan su vida después, asegura que pueden hacer «vida normal» explicando casos de jóvenes donde el asesinato fue hace más de 10 años y ellos ya están en la universidad. Eso sí, «la herida del trauma vincular se les queda para toda la vida», de hecho hay casos donde años después vuelven a llamar a este servicio porque el padre empieza a tener salidas de de la cárcel «con lo que eso implica».
Menores atendidos
Este programa de atención psicológica atiende también a los menores de las mujeres que han conseguido separarse de sus parejas maltratadoras con un objetivo claro, que de mayores no repitan esos roles de comportamiento, es decir, que ese niño no se convierta en un maltratador y que esa niña no se convierta en una victima de violencia machista. Un programa que ahora mismo atiende en Castilla-La Mancha a 347 niñas y niños, una cifra que ha ido creciendo cada año desde que comenzó su actividad en 2013; solamente en este 2023 esperan terminar con cerca de 400 menores.
Recuerda el coordinador del programa que según datos del Ministerio de Igualdad, 1.600.000 menores son víctimas de la violencia de género en España, con lo cual, por extensión, habría más victimas en Castilla-La Mancha, el problema es que todavía existe «mucha invisibilización», algo en lo que están trabajando para poder llegar a más familias.
Contacto con el padre maltratador
Uno de los problemas con los que cuenta este servicio es que en la mayoría de casos, los menores siguen teniendo un régimen de visitas relativamente normal con el padre maltratador. Esto a pesar de que la ley cambió hace dos años. Se ha pasado de un 75% a un 65% en el número de niñas y niños que siguen teniendo ese contacto, algo que dice Pablo Nieva es un problema, porque en muchos casos estos hombres, aunque se separen de sus mujeres «no dejan de ejercer la violencia en la intimidad y si no les queda a mano sus parejas a quien tienen es a sus hijas y a sus hijos como vínculos primarios y es sobre quienes ejercen mayormente la violencia una vez que se han separado de sus mujeres».
En este sentido, lamenta que la ley no se haya llegado a desarrollar o que quien la tiene que aplicar «acabe de creer que un padre maltratador nunca puede ser buen padre y, en general, siempre vuelve a reproducir la violencia con sus hijas y con sus hijos», para añadir que lo mejor sería que, por lo menos, esas visitas fueran supervisadas por «recursos especializados».
¿Cómo son las ayudas?
Otra derivada es qué ocurre con los huérfanos de la violencia machista cuando cumplen la mayoría de edad. Desde ‘Fundación Mujeres’, su presidenta, Marisa Soleto recuerda que la situación ha mejorada mucho en los últimos años gracias a la pensión de orfandad de la Seguridad Social que estas personas perciben hasta los 26 años. Eso sí, piden que se mantengan hasta esa edad el resto de ayudas porque, por ejemplo, muchas autonómias las cortan a los 18 años.
recuerda que se han encontrado a muchos menores que «han renunciado a su etapa universitaria o de Formación Profesional» y que ven como estas ayudas desaparecen, incluso las de reducción de tasas universitarias, y es que a esas edad, es muy difícil poder estar emancipado o tener una independencia económica. Precisamente, Desde ‘Fundación Mujeres’ cuentan con el ‘Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla Prieto’ con el que se ha ayudado a cerca de 85 niñas y niños desde el año 2016 repartiendo más de 300.000 euros que destinan muchas empresas privadas.
En el caso de Castilla-La Mancha, fue una región pionera a la hora de establecer a los menores huérfanos de violencia de violencia como propias victimas. Se les ayuda económicamente hasta los 18 años. El compromiso del actual Gobierno regional es ampliar esos derechos durante la presente legislatura hasta los 25 años de edad.