Cultivando la confianza con nuestros hijos y alumnos. Bárbara Martín para el consultorio de la revista «Magisterio»
Muchas veces advertimos que los padres en casa no confían en sus hijos, ¿ cómo enseñarles a confiar?
Una de las demandas más recurrentes que nos hacen los padres es sobre cómo mejorar la confianza y la comunicación con sus hijos, bien porque perciben que son poco expresivos, o bien porque creen que les cuentan
pocas cosas o se ponen a la defensiva cuando les preguntan. Una de las claves para conseguir hacer cambios s empezar a echar un vistazo a nosotros mismos para ver cómo les transmitimos a los niños que confiamos en ellos.
Comenzamos con una respiración profunda y, mientras cerramos los ojos, podemos preguntarnos desde la serenidad y el no juicio: ¿le transmito seguridad cuando hace cosas por él mismo?, ¿cómo reacciono cuando me cuenta las cosas?, ¿soy capaz de ir más allá de lo que me dice y entender cuál es su necesidad?… Muchas veces los adultos les decimos a los niños que pueden confiar en nosotros, pero esto no coincide con la forma en que reaccionamos, por ejemplo, cuando se acercan a contarnos algo, cuando intentan comunicarse con nosotros mostrándonos algo de su interés, o cuando sienten miedo… Ahí es cuando entran en juego muchos de los “enemigos de la confianza”, ¡veamos algunos de ellos!: