Cómo hacer que tu hijo adolescente lleve la mascarilla. Ángel Peralbo para «El Mundo»
Al estrés típico del inicio de curso se suman este año un alud de emociones y de dudas tras meses con los escolares en casa.
La vuelta al cole está a la vuelta de la esquina. Entre el 4 y el 15 de septiembre –según la comunidad autónoma donde vivan– los niños españoles iniciarán el nuevo curso escolar. Los primeros serán, si los rebrotes y la evolución de los contagios por coronavirus lo permiten, los escolares de Madrid y Navarra, el día 4, mientras que en Catalunya está previsto que lo hagan el día 14.Y no será una vuelta a las aulas sencilla ni rutinaria.
A días de producirse, son mayoría las familias que siguen sumidas en un mar de dudas sobre cómo se reanudarán las clases, si se mantendrán los horarios habituales o no, cuáles serán los protocolos para acceder y para moverse por el colegio, si toda la enseñanza será presencial o para algunos será online, si podrán dejar a los niños en el comedor, si habrá extraescolares… Y la principal preocupación: ¿cómo se evitarán los contagios? ¿qué pasará si uno de los niños enferma? ¿Y si es el propio?
A eso se suma que los niños vuelven a las clases tras haber pasado todo el último trimestre del curso anterior en casa, más las vacaciones estivales, de modo que están muy desconectados de sus compañeros, profesores y rutinas. Y si otros años ya cuesta retomar los hábitos escolares o despegarse de los padres en el caso de los más pequeños, este año el inicio de curso puede resultar aún más difícil para muchos, provocándoles miedo y ansiedad .
“El contacto con otros niños y con los profesores es imprescindible para el desarrollo infantil”. Álvaro Díaz,
Con todo, psicólogos, educadores y pediatras coinciden en que los padres no deben tener dudas sobre que esta vuelta al cole será beneficiosa para sus hijos, más incluso que en cursos anteriores. “El aislamiento evita el crecimiento de los niños porque necesitan socializarse para desarrollar sus habilidades físicas, cognitivas y sociales”, explica el jefe de Pediatría del hospital HM Nens de Barcelona, Álvaro Díaz Conradi. Por contra, el contacto con otros niños y con los profesores es imprescindible para que progresen en sus capacidades psicomotrices, de comunicación oral y escrita, resolución de problemas, agilidad, autoconfianza, empatía, curiosidad, imaginación…
Ángel Peralbo, responsable del área de adolescentes y jóvenes del Centro de Psicología Álava Reyes, añade que, a pesar de las reticencias e inseguridades que puedan tener algunos padres, el colegio es también un entorno privilegiado para que los niños y adolescentes aprendan a convivir con la pandemia y a relacionarse con los nuevos parámetros de prudencia que requiere la actual situación. “Si por miedo los recluimos y aislamos, no se socializarán bien, no van a aprender a relacionarse con prudencia y limpieza en los contactos, y tras el aislamiento probablemente lo harán estrepitosamente”, advierte.
De ahí que Díaz Conradi enfatice que “es importante que los padres refuercen la idea de que volver a clase es positivo y tiene múltiples ventajas”, tanto para lidiar con sus propios miedos, incertidumbres y angustias como para facilitar la gestión de todas estas emociones y la recuperación de los hábitos escolares.
“El virus no va a desaparecer y se ha de aprender a vivir con un cierto temor, hacer normal la anormalidad”. José Ramón Ubieto, ps
“Hemos de tener claro todos que esta situación de rebrotes va para largo, no sabemos cuándo va a acabar, así que el miedo, la incertidumbre, la angustia se va a alargar y va a durar todo el curso, así que hemos de admitirlo, hacer normal la anormalidad, acotar un poco ese miedo, ponerle límites, y aprender a vivir con un cierto temor, porque no va a desaparecer” el virus, “y la prioridad es volver al cole porque es muy importante para los niños que mantengan el contacto con sus compañeros”, afirma José Ramón Ubieto, psicólogo y profesor de la UOC.
Para “hacer normal la anormalidad” y gestionar el alud de emociones y la ansiedad que la vuelta al cole provoca en muchas familias, Paula Mella, psicóloga experta en terapia de familia de la plataforma ifeel asegura que la clave es vivir el presente. “La vuelta al cole está resultando caótica porque hay mucha desinformación, informaciones contradictorias, cambios en los protocolos… y para muchos padres eso es un sinvivir que les crea ansiedad a ellos y a los niños, porque no saben cómo organizarse; por eso es importante centrarse en lo que hay ahora y no dejarse arrastrar por la planificación logística a medio plazo”, dice.
Todos los especialistas consultados coinciden en que la base para facilitar la vuelta al cole de los niños es que los padres empiecen por controlar su miedo, por asumir que el riesgo cero de contagio no existe (ni aunque los niños se queden en casa, porque los adultos trabajan, se relacionan…) y por entender que la vuelta a las aulas es fundamental para el desarrollo de sus hijos.
También animan a desarrollar estrategias que les permitan controlar su estrés y su ansiedad por la incertidumbre que se les plantea a nivel logístico, laboral, etcétera el no saber a ciencia cierta cómo discurrirá el curso escolar ni cuál será la evolución de la pandemia en la próximas semanas.
Una vez gestionadas sus emociones, desde la calma, es cuando pueden ayudar a los hijos a vencer sus propias resistencias e inseguridades sobre el inicio del curso y contribuir a que sea más llevadero reemprender la rutina escolar.
La edad del niño y su relación hasta ahora con la Covid-19 influyen a la hora de aliviar sus miedos y reticencias
También son bastante unánimes en las pautas a seguir para ello: Darles una información clara (adaptada a cada edad); responder a sus preguntas e inquietudes, vencer sus reticencias o aliviar sus miedos; insistirles en las medidas de prevención y las nuevas normas o protocolos de cada escuela; reducir los contactos sociales que no sean absolutamente necesarios para priorizar los escolares; planificar la reentré adaptando horarios, preparando el material, retomando amigos; reservar espacio los primeros días de clase para hablar de cómo ha ido la jornada, y ¡mucha paciencia!
Claro que la forma de darles información y de abordar sus miedos o reticencias dependerá mucho de las circunstancias de cada familia, sobre todo de la edad del niño y de cuál ha sido hasta ahora su relación con la Covid-19. “No es lo mismo si no se ha tenido ningún familiar, amigo o conocido que lo haya pasado que si se han tenido casos graves en la familia o incluso alguien cercano ha fallecido; en esos casos el miedo del niño está apoyado en datos reales”, advierte Ubieto.
Como cada inicio de curso, es hora de ajustar horarios, limitar pantallas, definir responsabilidades…
Añade que, además de gestionar estas nuevas emociones que acompañan la vuelta al cole de este año, también hay que seguir el proceso de adaptación escolar de cada curso: hay que ir acercando ya los horarios y las rutinas a las que serán cuando empiece el curso; ser motivadores, hacer de la vuelta al cole algo ilusionante, facilitar si es posible contactos con compañeros, darles la responsabilidad de preparar los materiales, la ropa etcétera que vayan a necesitar…
Ubieto señala que una buena estrategia, sobre todo con los más pequeños, es irles preguntando qué recuerdan del cole y hacerles memoria de sus compañeros, de las actividades que hacían… para “crear normalidad” dentro de esta situación de anormalidad que vivimos.
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