10 señales de que necesitas ir al psicólogo. María Jesús Álava Reyes para ABC/BioBioChile
No es fácil tomar la decisión de acudir a un psicólogo, pues muchos consideran que se trata de pagar para ir a contarle tus problemas a un extraño, mientras otros se sienten más seguros y confiados al recibir ayuda profesional.
Pero ¿Cómo saber cuando es necesario recurrir a un especialista?. Existen una serie de síntomas que te pueden encender la “luz de alerta” para saber si realmente necesitas ayuda de un terapeuta.
La especialista María Jesús Álava Reyes, fundadora del Centro de Psicología Álava Reyes, y autora de “La inutilidad del sufrimiento”, explicó al diario español ABC que “la gente no sabe cómo dejar de sufrir, cuando en más de un 95% de las veces, sufrimos inútilmente”.
Si bien pueden existir una infinidad de síntomas, Álava Reyes detalla cuáles son los principales señales que indican la necesidad de acudir a un experto.
1. Sientes que no tienes control sobre tu día a día (acontecimientos diarios).
2. Empiezas a somatizar (diversos dolores, en función de las características de cada persona) o a tener ataques de ansiedad (presión en el pecho, aceleración del ritmo cardíaco, hiperventilación o respiración muy superficial y acelerada, sudoración…).
3. No tienes control sobre las emociones (Llanto, rabia, angustia, tristeza, desolación, sentimientos de impotencia, desesperanza…).
4. Te encuentras en una situación límite, que no sabes resolver o no tienes fuerza para afrontar (Problemas graves de pareja, hijos o trabajo).
5. Sientes que tu área emocional te arrastra y no eres capaz de analizar las cosas con objetividad y actuar inteligentemente.
6. Estás lleno de pensamientos negativos, catastrofistas, obsesiones o fijaciones que te impiden vivir la vida con normalidad.
7. Deseas que la vida se acabe y sientes que no tiene sentido tu papel en este mundo.
8. Sientes una agresividad que eres incapaz de controlar, y sabes que puede desencadenar en situaciones límite.
9. Piensas que todo el mundo está en su contra.
10. Tienes grandes dificultades para descansar, conciliar el sueño, desconectar de situaciones, y no puedes vivir la vida con normalidad.
Álava concluye en su libro que “no hace falta estar en una situación excepcional o extrema. Cuando usted sienta que necesita ayuda en su vida diaria porque no sabe cómo afrontar la situación que está viviendo, ahí es donde es aconsejable recibir tratamiento”.