5 ideas para superar los conflictos entre suegra y nuera. María Jesús Álava Reyes para «Familias»
Las relaciones entre suegras y nueras no siempre son buenas, aprende qué hacer para poder tener acuerdos y mejorar su convivencia.
Seguramente habrás escuchado el clásico dicho popular que dice “Cuando te casas, también lo haces con la familia”. Por lo común, algunas personas, en la etapa del enamoramiento suelen pasar de largo tal dicho restándole importancia, ya que todo su mundo gira en torno al ser amado, sin pensar en las personas que le rodean.
Y es así; cuando nos enamoramos, lo único que importa es la opinión de la pareja, ¿qué más da si su familia no te acepta? Entre tus más ocultos deseos existe la posibilidad de que algún día tu futura familia política llegue a conocerte, respetarte y quererte.
Con un poco de suerte, tu futura suegra te acogerá como otra hija, y te apoyará ante cualquier situación. Si no lo hace, entonces será un gran reto personal que deberás enfrentar y resolver tú sola, para demostrar el gran amor que le tienes a tu pareja.
Recuerda, será una lucha agotadora tratar de separar a tu pareja de su familia. Al final de cuentas, se trata de su hijo, por lo que los lazos y vínculos son indestructibles a pesar de llevarse bien o mal.
La ruleta de la vida
Un día te tocará ser la nuera que desee llevarse bien con la mamá de tu esposo y otro día te tocará ser la suegra que deba aceptar a la esposa de tu hijo. La vida es así, una ruleta que gira y gira sin parar; por lo tanto, será necesario reflexionar sobre la gran importancia de tener una excelente convivencia familiar para el bienestar común.
A veces los conflictos entre suegras y nueras aparecen cuando ambas desconocen los límites a los que deben llegar y el espacio que le corresponde a cada una en la vida del hijo o marido. Se comienza una lucha de poderes la cual es innecesaria; ya que el más perjudicado en esa batalla será el hijo en cuestión.
A mí me tocó experimentar ambos lugares, “ser la suegra y la nuera». Confieso que perdí la batalla en algún momento de la vida; entre más luchaba porque mi esposo se alejara de su madre y le pusiera límites para que ella dejara de opinar sobre nuestra relación, la vida me dio una gran lección al convertirme en suegra. Todos esos errores que cometí se volvieron en mi contra; ya que mi nuera también tenía la misma lucha que yo.
Fue entonces cuando comprendí la importancia de salir de esa batalla, puesto que al estar en los dos papeles (suegra y nuera) nada iba a salir bien.Y así es como resolví los conflictos y logré sanar emocionalmente: