¿Vas a criticar a los demás? Tienes que dominar las 10 claves (y II) colaboración de David Pulido para El Confidencial

CONTENIDO DE LA CRÍTICA


6. Controlar el lenguaje no verbal:

Hay personas que olvidan que nuestros gestos corporales son parte de la crítica y mientras escogen cuidadosamente las palabras, olvidan controlar el tono de voz, la distancia con la otra persona o la expresión facial. Una mirada iracunda o una risa nerviosa puede arruinar la crítica mejor construida. Debemos transmitir firmeza y calma a la vez con nuestro lenguaje no verbal.


7. Definir la conducta que queremos cambiar :

A la hora de empezar la crítica tenemos primero que exponer lo que ha ocurrido de una manera objetiva y concreta. Caer en la tentación de exagerar lo que ha pasado o convertirlo en una crítica global para captar más la atención de nuestro oyente no hace sino enzarzarnos en una discusión sobre si eso es así o no e impedir que se avance. El éxito se logrará cambiando cosas concretas poco a poco y no tratando de que la otra persona modifique su forma de actuación de manera global. Expondremos a modo de titular lo que ha pasado y de manera personal añadimos lo que nos parece o cómo nos hace sentir

Así frente al

«Eres un desastre, siempre igual, es que no es normal que todo lo hagas así»

deberíamos decir:

«Esta mañana dejaste la ropa tirada en el suelo y me ha molestado porque he tenido que recogerla yo»


8. Introducir elementos positivos:

Tal vez el punto más importante y el más desconocido. Pocas son las personas que a la hora de hacer una crítica introducen elementos positivos y reforzadores de la conducta del otro. Piensan que sería claudicar ante el enemigo o darle tregua… porque siguen viendo al receptor como un blanco al que hay que hacer sentir mal o cohibido. Pero si de verdad se busca un cambio, el introducir elementos positivos de la conducta del otro, una vez lanzado el titular, le hará ser mucho más receptivo, sino que puede que acabe mejorando nuestra relación tras la crítica. Además, el obligarnos a decir cosas positivas de la otra persona en mitad de la crítica también reduce nuestro nivel de activación y nos hace ser más comprensivos y empíricos. Podemos también admitir nuestra parte de culpa.

Siguiendo con el ejemplo de la ropa desordenada:

«… Es verdad que eres muy ordenado para las otras cosas y si hoy dejaste todo tirado es porque te pedí que salieras corriendo a hacerme el recado…»


9. Pedir el cambio:

Sólo cuando hemos expuesto lo que ha ocurrido, y hemos introducido algún elemento positivo pedimos el cambio. A veces no tenemos la alternativa pero podemos buscar juntos la solución. Es importante que la otra persona esté de acuerdo, escuchar también sus propuestas y, además, definir cómo se podrá evaluar que eso se cumple en el futuro, para que las críticas no se las lleve el viento


«Me gustaría que las dejaras aunque fuera en la silla ¿te parece? O que me pidas ayuda. Si lo haces así no me importa doblarlas yo»


10. Reforzar tras la crítica

: Por último hay que reforzar al otro por habernos escuchado, por haber participado de esta nueva forma de hacer las peticiones. Para nosotros no va a ser fácil cambiar pero tampoco lo será para el otro, acostumbrado a un tipo de dinámica de interacción. Por eso hay que valorar la implicación de nuestro oyente y aceptar sus sugerencias o resolver las dudas. Está claro que si conseguimos realizar críticas con éxito los demás también aprenderán de nosotros y cambiarán a su vez.

Si quieres mejorar en tu forma de hablar sobre los demás o crees que te afecta demasiado lo que los otros dicen de tí, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en el 917667028, seguro que podemos ayudarte.